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Como tratar las obsesiones

Las obsesiones pueden definirse como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan, en algún momento durante el trastorno, como intrusas o no deseadas y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o un malestar importante.

La persona que padece obsesiones, debido al malestar tan intenso que le genera, intenta por todos los medios ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes o neutralizarlos con algún otro pensamiento o acto, es decir, realizando una compulsión.

Las compulsiones normalmente provocan un alivio a muy corto plazo. La ansiedad o tensión sentida a causa de las obsesiones se ve reforzada negativamente por la conducta compulsiva.

Esta compulsión hace que el problema se mantenga y acabe cronificándose debido a que el paciente aprende que es el único medio del que dispone para librarse de la ansiedad y de los pensamientos desagradables que habitan en su mente.

En la actualidad se disponen de técnicas psicológicas para el tratamiento para las obsesiones.

El tratamiento se basa en la habituación y para que esta se produzca es esencial llevar a cabo una exposición a las propias obsesiones. El objetivo, finalmente, es que la persona se exponga a sus pensamientos o imágenes de forma que, voluntariamente, debe sacarlos afuera y “mirarles a los ojos”.

Es necesario explicar detalladamente al paciente cómo funciona la ansiedad y cómo la habituación sigue una curva en la que primero aumenta, pero llegado a un punto empieza a decaer. La psicoeducación facilita la adherencia al tratamiento y fomenta la relación terapéutica.


Consulta Psicóloga Susana Martínez

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